El hipotiroidismo subclínico se produce cuando los niveles de TSH están elevados, pero los niveles de hormonas tiroideas (T3 y T4) siguen siendo normales. A diferencia del hipotiroidismo franco, los pacientes con hipotiroidismo subclínico suelen ser asintomáticos.
Es una enfermedad que afecta aproximadamente al 5-10% de la población adulta, sobre todo a mujeres mayores de 55-60 años.
Los pacientes con hipotiroidismo subclínico suelen estar asintomáticos, aunque algunos pueden experimentar síntomas leves como somnolencia, dificultad para concentrarse, cabello quebradizo, ansiedad, intolerancia al frío o debilidad muscular.
También pueden experimentar cambios en los niveles de colesterol y en la función de los vasos sanguíneos, lo que puede aumentar el riesgo de desarrollar aterosclerosis (estrechamiento del interior de una arteria debido a la acumulación de material graso), o enfermedades cardiovasculares en general.
Entre las posibles causas del hipotiroidismo subclínico se encuentran una ingesta insuficiente de yodo, radioterapia en el cuello o cabeza, ciertos medicamentos, o el envejecimiento. La causa principal es la tiroiditis de Hashimoto, una enfermedad autoinmunitaria en la que el sistema inmunológico destruye gradualmente la glándula tiroides, lo que hace que produzca menos hormonas tiroideas con el tiempo.
Para diagnosticar el hipotiroidismo subclínico, tu médico solicitará una analítica de sangre para evaluar los niveles de TSH y de las hormonas tiroideas. En los pacientes con hipotiroidismo subclínico, los niveles de TSH estarán por encima del límite de referencia (normalmente entre 4,0 y 10,0 mIU/L), mientras que los niveles de la hormona tiroidea estarán dentro de los rangos normales.
Una vez detectado un nivel elevado de TSH y hormonas tiroideas dentro de la normalidad, tu médico puede solicitar al cabo de 2-3 meses una nueva analítica para evaluar la TSH, fT4 (T4 libre), fT3 (T3 libre) y los anticuerpos antiperoxidasa tiroidea (ATPO). Si se confirma el hipotiroidismo subclínico, también se solicitará una ecografía tiroidea al paciente.
El tratamiento farmacológico para el hipotiroidismo subclínico, principalmente con levotiroxina dependerá de la gravedad de los síntomas, la presencia de posibles factores de riesgo como un historial de enfermedades de la tiroides, la edad y los valores de TSH.
En pacientes menores de 65-75 años con valores de TSH ≥10 mU/l, el tratamiento siempre está indicado, incluso en ausencia de síntomas. En cambio, si el valor de TSH se sitúa entre 4,5 y 9,9 mU/ml, el tratamiento solo se recomienda si existen síntomas o enfermedades cardiovasculares como la insuficiencia cardíaca o la hiperlipidemia (aumento del colesterol y/o triglicéridos en sangre).
En la población mayor de 75 años, el hipotiroidismo subclínico es muy frecuente debido al aumento natural de la TSH con la edad, independientemente de la presencia de una disfunción tiroidea real. En estos casos, se considera el tratamiento, posiblemente comenzando con dosis muy bajas, si se tienen valores elevados de TSH acompañados de síntomas de hipotiroidismo o en presencia de un riesgo cardiovascular elevado.
En el caso de las mujeres embarazadas, es importante detectar y tratar el hipotiroidismo subclínico a tiempo para evitar posibles complicaciones en el desarrollo del feto. Tu médico valorará la conveniencia de iniciar precozmente la terapia farmacológica sustitutiva en función del historial clínico, los valores hormonales, la presencia de autoanticuerpos antitiroides y la ecografía tiroidea.
En cuanto al seguimiento del tratamiento, tu médico pedirá una comprobación de los niveles de TSH sérica entre 6 y 8 semanas después del inicio del tratamiento y tras cada cambio de dosis. Por otro lado, en los pacientes que no estén bajo terapia, las pruebas se realizarán cada seis meses para evaluar cualquier aumento de los valores de TSH.
2304SO000031 - Última actualización abril de 2023
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